Santuario de Mujeres, comentario de la obra

 Foto gentileza Santuario de mujeres.


El estreno teatral de Viviana Rivero en Córdoba, de la mano de Sonia Daniel y Ana María Tenaglia, propone hablar del amor y los sueños.

Por Guadalupe Pedraza*


En María Castaña Teatro se presenta el estreno de la obra Santuario de mujeres con Sonia Daniel como protagonista, dirigida por Ana María Tenaglia. En ella, cuatro mujeres son reunidas por el texto de la escritora Viviana Rivero, hablan acerca de su condición de género, los mandatos sociales y sus relaciones con el amor.


Viviana Rivero es una reconocida escritora argentina, caracterizada por abordar temáticas románticas en sus novelas.
Su último trabajo es Santuario de
mujeres, primer texto teatral que se brinda para la puesta en escena de Sonia Daniel, que tiene acostumbrado al público a verla en su rol de maestra, gestora y directora de teatro. En amalgama con Ana María Tenaglia que aborda además la musicalización poniendo su voz y tocando el acordeón. Ambas reunieron un equipo de excelencia en torno a la propuesta.

Podemos decir que un santuario es un lugar que alberga algo excepcional, que lo hace especial y es protegido porque resguarda algo de gran importancia.  Se construye con el tiempo y con objetos que se consideran sagrados por sus fieles. Allí su vitalidad consiste en la calma que nos produce, donde nos reunimos con nuestros ancestros, logros, afectos, y tal vez ídolos.
¿Pero qué pasa cuando eso que veneramos es puesto en duda, o dejamos de creer que es lo más sagrado? ¿Algo así como que nos demos cuenta de que hemos dejado todo de lado poniéndonos en el último sitio siempre?

Esta es la problemática de la obra. La escritora
Viviana Rivero escribió un texto sobre cuatro mujeres que se abren a la mirada del público y que a modo de visita, como si nos recibieran en el living de su casa, nos muestran sus santuarios. No sin una buena cuota de humor, rápidamente aparecen los conflictos. Mientras tanto se desencadenan situaciones nuevas que las ponen en tensión a ellas y al mundo que se habían creado. 
Ahora bien, ¿será posible empezar de cero como una hoja en blanco a los 50 años? ¿Qué se hace con el miedo?

Sonia Daniel
, interpreta a Blanca, Celeste, Rosa y Azul, despojadas de sus santuarios, es decir, de sus estructuras, y con una gran valentía sobre el escenario nos muestra las transformaciones que viven estas mujeres, y a la par va dejándonos conocerlas más: “¿A mis 38 años soy casada? No, no lo soy, no tengo marido, ni hijos; y amigas pocas. Es que no es fácil mostrarse con la gente tal cual una es. No es fácil para nada. Y la verdad que para poder ser lo que los demás quieren hay que trabajar mucho. Y si no miren mi arsenal” dice una de ellas. 

Para la puesta se construyó un maniquí, que es la figura de un hombre realizada en acrílico, como imagen de alguien que ha sido generado para otro. Pero la paradoja está en que son ellas las que han renunciado a algo muy importante para vivir el amor. ¿Por qué elegir el amor para las
mujeres siempre significa la renuncia de algo muy valioso para sus vidas?. Cuantas veces escuchamos y dimos por cierta aquella frase para una mujer el amor es el libro, para un hombre es solamente un capítulo.

¿Se permite a las
mujeres vivir una relación de amor y cuidado sin dejar de lado sus sueños profesionales y personales o las que lo hacen son la excepción? ¿La experiencia de maternar y mantener una carrera profesional se logra sin sentir culpa, o ser señaladas como malas madres? 
Como una especie de demiurgo, tal como una divinidad que crea y armoniza el universo de estas
mujeres, la directora Ana María Tenaglia está también presente en la escena, quien, a través de la musicalización, acompaña las expresiones de las protagonistas. Hay una relación entre ellas que va creciendo en la complicidad y se consolida hasta llegar al final donde los planos distintos se unen y estallan.

Lo que nos hace preguntarnos: ¿acaso podemos sostener nuestra vida con otros vínculos de amistad, donde circulan otros cuidados, diálogos y libertades con la misma importancia que el de pareja? 

La obra nos trae una serie de problemáticas a la hora de hablar del universo femenino en un presente convulsionado por femicidios, brechas en el mundo laboral, el bombardeo constante del deber ser y la opinión pública sobre el cuerpo de las
mujeres: “Qué bronca ser imperfecta porque eso hace que mi vida sea imperfecta” dice una de ellas. 

Con esta obra podemos poner foco sobre cómo en esta sociedad las
mujeres son líderes y qué costos pagan para lograrlo. Nos ofrece un espacio de escucha.  Y por qué no romper las reglas, y si es necesario reconciliarnos con nuestros sueños y nuestro deseo sin importar cuánto tiempo haya pasado, nunca es tarde. Por último, cabe preguntarse: ¿Qué mujeres se pueden ser y qué mujeres alentamos como comunidad? 

Para verla:
Jueves de septiembre, 21 horas en
María Castaña Teatro (Tucumán 260)
Entrada general $1.200
Entradas en:
www.antesala.com.ar
Ficha Técnica: 
Texto: Viviana Rivero
Actriz:
Sonia Daniel
Dirección de la puesta en escena: Ana María Tenaglia 
Asistencia de Dirección: Victoria Moreda
Vestuario: Rocío Alesso
Escenografía: Rodrigo Barbero
Utilería: Candela Reinoso
Iluminación: Ana Crespín
Fotografía: Abril Ferrez
Diseño Gráfico: Nicolás Constantino

*Guadalupe Pedraza, 1981, investigo sobre las artes escénicas y sus públicos, desde el año 2003, en Córdoba. Soy periodista, entrevistadora, espectadora, gestora cultural, agente de prensa e intérprete escénica.