*Entrevista a Ulises Palacio

 Córdoba/ Argentina
 SOSTENER UNA IDEA EN EL TIEMPO
Todas las historias individuales de cada uno se ponían en esta gran olla que era la sala y ahí era un momento de oro en polvo para ellos y para cada uno de nosotros."
El actor argentino Ulises Palacio, reflexiona sobre su paso por El Teatro de Los Andes,  dirigido por César Brie, y el oficio teatral en nuestros días.

Ulises Palacio en La Odisea
En el año 2012, estuvo de gira por festivales y salas Argentinas con el grupo que formó en Bolivia: La Tropilla Teatro. LLevando la obra El Cíclope con dramaturgia de Cesar Brie, durante su estadía en su Villa Rumipal natal (Córdoba) compatirmos una charla sobre sus experiencias artísticas, la obra La Odisea, los festivales de teatro, también de cómo llegó a abrazar el oficio de actor y no morir en el intento de sostenerlo. Actualmente lo encontraremos planeando sus próximos pasos. Así se presenta:

"Una presentación cronológica también tiene que ver con lo teatral, con lo que uno va descubriendo y dentro de ese descubrir uno se va entendiendo cada día un poco más. Criado en las Sierras de Córdoba, una muy buena infancia, producto de grandes momentos que han sucedido aquí en la casa. De ver muchos músicos, muchos artistas, pintores, también teatreros, muchos viajeros en mi casa siempre, muchos viajeros, había hospitalidad y ha funcionado como albergue de unos cuantos desamparados también, desamparados de corazón, de todo tipo.


Ulises Palacio en El Cíclope
Luego de haber transitado todos los estudios clásicos: primaria y secundaria, acá, siempre en las sierras, en contacto con la ciudad poco, cada tanto. Y ya despues de los 17 partí rumbo a Córdoba, buscando...no el teatro, tenía la curiosidad del teatro, la curiosidad siempre estuvo por esto que te contaba del ambiente que uno fue mamando y en Córdoba hice varias carreras, kinesiología y fisioterapia dos años, comunicación social dos años y un año en la facultad de teatro. Y después estudié con Cheté Cavagliatto, y bueno esos fueron los inicios. Lo que para el día de hoy haciendo un salto inmenso en el tiempo es una elección de vida, vivir del teatro y con el nombre que me han puesto, Ulises, muy curioso también como se da el destino, con un solo nombre y estos cinco años he viajado bastante y me he sentido muy identificado con ese nombre, bueno también forma parte de la identidad que a uno le dan, no? A veces uno siente un vacío muy grande o también se lo complementa con la experiencia de vida que le toca en lo personal. Esa es mi presentación."

La primera pregunta es ¿por qué elegiste hacer teatro?
Ahora como te digo, en el inicio no estaba, pero el teatro me inquietaba mucho, me movilizaba mucho, me hacía pensar y me involucraba en el oficio, sea el laburo escenográfico... Y yo veía que cada vez me involucraba más y cada vez más. Y un poco creo que llegó el momento que tomé la decisión de dedicarme solo a eso, y ya habían transcurrido tres años de trabajo independiente sin hacer ninguna obra. Se dió ese quiebre. Intentando alimentar al teatro desde la música, desde la danza, y me iba formando con ciertas experiencias, y me fui nutriendo con contact-improvisación muchos años, otro tanto con Hernán Sevilla, Cheté Caviagliato, Oscar Rojo, y luego fue Bolivia, ahí se abrió una puerta muy concreta la posibilidad de vivir solo de hacer teatro, ni de la enseñanza, del oficio al 100 por cien. Y así fue hasta hace unos meses atrás. 
Y cómo llegaste o como decidiste esto de estar en Bolivia y ser parte de esa movida, del Teatro Los Andes? 
Eso me llegó a través del consejo de un amigo, menos mal que hay buenos amigos, que dan buenos consejos, un amigo con el que estábamos haciendo Contact, Iván Bausia, me llegó la recomendación, él me habló del grupo, yo no conocía el grupo, y él me había hablado del grupo, del trabajo que ellos tenían. 
Y cómo fue esa experiencia?   
Esa experiencia fue la bisagra pienso yo. De todas maneras yo fuí a tomar el seminario, estuve 15 días, luego viajando por Bolivia. Ya la experiencia de haber viajado a Bolivia me gustó mucho, una experiencia muy fuerte, y el hecho de viajar solo también estuvo interesante.
¿Lo que viste en el taller era lo que esperabas o te encontraste con otra cosa? ¿Cambió tu idea del teatro? 
Lo enriqueció, lo enriqueció mucho. Yo le dije a un amigo, yo voy con cero expectativa, no quería, intentaba no generar ningún tipo de deseo o de ilusión previa, quería ir a descubrir el momento. Prefiero ir un poco vacío y no generar todo un halo de expectativa y llegar al lugar...Ir a lo que tiene que suceder en realidad que es el encuentro. Por suerte fue una experiencia muy enriquecedora y sobre todo creo que, el hecho de ver mucha gente que venía de otros países con experiencias muy diversas también era un modo de afirmar el camino que uno venía eligiendo. Con una formación de mi parte muy autodidacta y libre, percibí que con esta gente podía explotarme y sacar lo mejor de mí. Eso es lo que percibía tanto en el trabajo, en la sala y experimentando la convivencia, que eso era lo que un poco también venía vivenciando con el contact, en los encuentros de contact. Decía “qué bueno, poder encontrar una modalidad así con un grupo de teatro y tener esa disciplina, para construir algo”. Por eso mi amigo me había dicho, este grupo te va a servir, y yo fui a tomar ese seminario y regresé a Argentina a trabajar en una escuela y seguir haciendo contact. No tenía ningun proyecto, había pasado por algunas experiencias en ese momento pero me sentía como desamparado, no tener alguien con quien construir un grupo, involucrase en serio con el trabajo. Pasaron unos meses y me mandan otro mail para invitarme a seguir trabajando con ellos, en Julio. Ya de ahí me quedé un mes, volví a Córdoba 15 días, y ya de ahí me invitaron para quedarme, para hacer La Odisea o para otra obra que estaban por armar. Asi que acomodé mis cosas ese año y Febrero del 2008 ya me fuí a Yotala. 


Así se hace teatro en Yotala
Y cuando recién hablabas de la disciplina, del trabajo, de la entrega, contame cómo es la dinámica, ya entrando en la interna del trabajo tanto de los talleres como del montaje? 
Y en los talleres hubo dos momento muy claros. El taller ya estaba orientado a la construcción de La Odisea, eso ya estaba como material, para tomar el taller tenías que llevar el texto leído porque se iba a trabajar con eso. El seminario primero fue abordar... era un grupo heterogéneo, había gente joven, gente con mucha experiencia, de otras ramas, gente de cine, gente de la danza también, ese primer taller fue 25 personas, bien variado. La disciplina es trabajar de la 7 de la mañana hasta las 7 de la tarde. Con pausas para desayunar y almorzar, cada día se iban planificando las actividades que se iban a dar y todo siempre en función de La Odisea. Durante esos 15 días también se fueron creando imágenes, con un modo de abordar el trabajo de La Odisea, ya encaminado, y tomar el conocimiento de su propuesta de trabajo, entrenar intensivo a la vez y desarrollar un pequeño montaje que era muy interesante ver ya ideas de la puesta en escena, la dramturgia, el modo de abordar el trabajo que ya se estaba perfilando. Y ellos abiertamente lo decían, chicos vamos a tomar material que surja de acá para trabajar la puesta final.Y el estreno fue en Noviembre del 2008. 
¿Qué diferencias señalarías entre un actor que toma este tipo de formación y alguien que viene de otra pedagogía teatral? 
Yo creo, que la diferencia es clara, que tiene que ver con los principios, la ética del grupo del Teatro de Los Andes, ellos lo dicen siempre, nosotros hemos hecho obra para vivir de eso, entonces, ser parte de una idea que a esa obra la van a presentar muchas veces y también parten de que esa obra tiene que llegar, tiene que volverse universal para lograr, alcanzar mayor público posible. La diferencia, sin encasillar, por decir una concreta, dentro de los ámbitos universitarios por ejemplo, a veces las expectativas para generar una obra son procesos cortos, vivencias también intensas pienso, pero no creo que está pensado para en ese sentido...la necesidad. Realmente han pasado momentos de extrema ausencia de cosas materiales, el teatro y la convivencia, lo que los sostenía era la obra que les iba a dar de comer a todos, por lo menos la diferencia en la necesidad de hacer teatro, ya te hace sentirlo y la vivencia es muy distinta. A veces uno se complementa en otros trabajos porque bueno, hay otras dinámicas, manejas otros tiempos. Y bueno, yo me preguntaba, valdrá la pena todo este tiempo, y a la larga si te das cuenta que hacer 80 funciones era el camino del teatro pienso yo como oficio y como iba creciendo ese trabajo a medida que pasaba el tiempo, era consciente y a la vez no tanto. Habia momentos en que uno veía crecer a sus compañeros también. Para mí la diferencia, en lo personal y con esto que te decía que me había sentido desamparado, no desamparado que es una palabra media fea, no encontraba un grupo con el cual poder proyectar algo así, bueno lo fundamental es sostener una idea en el tiempo, eso era como la necesidad, las ideas que había intentado sostener antes o no habían madurado o no había llegado al lugar que deseaba por distintas razones, desencuentros. También por la necesidad de la experiencia que te puede llevar a buen puerto cuando sos totalemente conciente y cuando no, vos decís también entendiendo el oficio y vos dentro de ese mundo, qué relaciones uno quiere tener, cuáles no.
¿Cómo crees que se pueda explicar esto de mantener una identidad individual en el tiempo guardando también esa apertura universal que creo caracteriza el trabajo final que los carácteriza como grupo? La relación entre mantener una identidad propia individual del actor dentro del gupo, una indentidad del grupo y al mismo tiempo llegar a todos. 
Bueno, eso lo estamos experimentando, creo que... Mucho trabajo. Compromiso con las pequeñas cosas, no creo que sea a gran escala, tomar compromiso con una pequeña idea del grupo, cuando hay esa claridad de parte de todos hace que también logre trascender y también hay una cuestión de los egos que no permite desarrollar ciertas cosas o permite desarrollar otras. El caso de mi grupo actual, La Tropilla Teatro, por haberse creado en Bolivia tiene toda esta impronta o por lo menos tratamos de apuntar a eso, a que sea un mensaje que pueda llegar a todos. Yo creo que no hay como recetas, creo que está en la necesidad de ponerlo al servicio. Y la confrontás, y te das cuenta qué funciona y qué no. También La Odisea, se mostraba antes de estrenarse al pueblo, a amigos, a artistas, a público de teatro y ahí vas midiendo, por supuesto que el director va a llevar el eje, tampoco puede dejar filtrar todo, pero tiene una sensibilidad enorme para saber qué cosas van a enriquecer ese mensaje, entonces confío y creo en ese camino. 
Qué lugar tiene la Historia (más general, del pueblo) en el teatro desde tu mirada? Y qué relación en el Teatro de Los Andes? Mi hipótesis es que este tipo de teatro trabaja con la historia de uno de lo particular del actor.
 Es como decís vos, tener tantos niveles de expresión y sobre un mismo tema se podía abordar por la diversidad cultural de cada uno, por la historia de cada uno y luego se volvía universal. Las historias en común y después saber darle poesía, ahí está la magia, que la historia logre llegar, no sea tampoco, la catarsis, la descripción, tampoco biodrama, sino que todas las historias individuales de cada uno se ponían en esta gran olla que era la sala y ahí era un momento de oro en polvo para ellos y para cada uno de nosotros. La genialidad está en darle un vuelo poético donde vos veías realmente el oficio del teatro, de desarrollar esa sensibilidad y poner en diálogo todo este texto que era la obra, que parece tan lejano lo griego, lo boliviano, y cuando leíamos nos dábamos cuenta que era mucho más cercano. Totalmente cercano. 


El teatro, su mundo y el mundo
Tiene relación para vos con las preocupaciones sociales donde este discurso artístico surje y por donde circula, es tenido en cuenta de esa manera, se busca? 
Si, yo creo que si, todo el tiempo, es el gran esfuerzo que se hace desde la dramaturgia, crear para volver accesible algo y también para ponerlo en reflexión, para mostrarlo desde el teatro mismo. Ahora están haciendo Hamlet, han hecho una adapactación de Hamlet ahora, y es un Hamlet boliviano. Siempre están buscando hacer ese cruce, también con lo que es Bolivia, y no sólo Bolivia, en La Odisea también está la figura de cualquier migrante latino que está buscando un mejor destino. Estuvo muy bueno tomar la idea de Ulises cuando regresa a Itaca con la de un emigrante boliviano que vuelve tanto de Estados Unidos, o de España, y las personas fuera de sus tierras, mantener a sus familias. Las historias que hemos escuchado se repiten mucho y a su vez tienen su particularidad. Igualmente no solo alimentando la figura de Ulises, después las danzas de Bolivia, si bien no se hacen tal cual, alguna acción, alguna cosa sutil quedaba. Siempre están, tambien es curioso porque está bueno el recurso que uno quiere utilizar y tomas un intensivo con alguien que tiene la habilidad y vos ponés el foco ahí. Mucho de la creación de las obras se trabaja así, además de estudiar instrumentos y con el acervo que cada uno lleva. Hemos trabajado muchísimo la música de la obra. Siempre en función de la puesta, más que un actor sobresalga. 
Sobre los festivales, del Mercosur de Córdoba 2011, ¿Qué cosas te quedaron o te impactaron de alguna manera, que podrías rescatar de la participación de ese festivale en particular? Y si lo podé poner en relación con otros festivales de latinoamerica y Europa, porque sé que haz estado en distintas ciudades.
Claro, no pude vivenciarlo mucho porque “La Odisea” lleva muchas horas de montaje, osea que me pasé casi todas las horas dentro del San Martín (Teatro), y ví un par de obras nomás. Pero de lo que percibía, bueno Córdoba, siempre fue un referente del teatro y creo que el festival tuvo una gama de propuestas bien interesantes, sobre todo me gusta en el hecho que es un espacio real de intercambio, para dramaturgos, para espacios alternativos que me pareció que se estaban abriendo para llevar obras a otros lugares. Me pareció que tiene una dinámica compleja. No debe ser nada fácil poner en funcionamiento todo eso. Y cre que es la mejor apuesta que puede hacer Córdoba porque siempre ha tenido un nivel de teatro muy bueno, conocida por su trabajo, por la trayectoria de distintos grupos. Entonces creo que debe aspirar a tener un festival que respresente el teatro una buena dinámica sobre todo. Me queda un poco corta la visión.
Y en comparación,por haber estado en otros lugares, me parece que siempre se busca generar el espacio de encuentro, de intercambio, tiene que ver también un poco con el espacio de formación que hay en Córdoba, de la universidad, y mucha gente que está involucrada en investigación. Hay riqueza y un valor sumamente imporante, tendrían que hacerlo obligatorio! Ja! Que se institucionalice y Córdoba merece un festival que tenga su repercusión. Me llamó la atención unas cuantas obras y actores de Buenos Aires que antes no venían, estuvo Machín...
¿De qué maneras ves que impactan estos programas o políticas culturales del Estado en el campo de las Artes escénicas?
Todo lo que te puedo decir es por experiencia de lo que me han contado, porque lo que pudimoslaburar nosotros siempre ha sido todo independiente por elección, con La Tropilla y con Los Andes igual.
Yo creo que son importante después uno elije tomarlos o no. Para mí tienen que estar y he percibido mucho también estando de gira por el Norte, que hay muchos festivales, desde el INT se estan abriendo muchas posibilidades para proyectos, lo del mercado de productores (mercado de las artes escénicas) que se hizo, me pareció muy bueno. Es difícil porque ya se empiezan a mezclar intereses, ese es el tema te daz cuenta, cuando ya...
A mí la palabra mercado me hace un poco de ruido...
Si, me parece lo mismo. Pero tampoco hay que estar siempre a la defensiva, pero si como vos decís, observando e intentando aportar para que siga creciendo. Desde lo que es las posibilidades, cada grupo tiene sus lógicas busca salir adelante, trabajar y hay veces, proyectos y financiamientos que para ellos va justo porque las personas tienen un formato de trabajo que es correspondiente, más afin. Por ejemplo el laburo de gestión del grupo me encargo yo de esa parte, y siempre independiente. Pero horas y horas, si querés hacerlo o buscar alguien que se ocupe de eso. Son otras responsabilidades. Por ahora funcionamos así.